Escudo humano es un término militar y político que describe la colocación deliberada de no combatientes en o alrededor de los objetivos de combate para disuadir al enemigo de atacar estos objetivos de combate. También puede referirse al uso de personas para proteger literalmente a los combatientes durante los ataques, forzándolos a marchar frente a los combatientes.
El uso de esta táctica es considerado un crimen de guerra por naciones que son parte en los Convenios de Ginebra de 1949, el Protocolo adicional I de los Convenios de Ginebra de 1977 y el Estatuto de Roma de 1998.[1]
Aunque este actuar puede ser voluntario, su uso más común y aceptado hace referencia a la forma coercitiva o a través de la violencia.[2]